Resumen

La técnica del eye tracking, consiste en seguir la trazabilidad y registrar el movimiento de los ojos con el fin de determinar hacia qué áreas se dirige, cuánta es la duración y el orden que sigue la mirada.

Para este fin se utilizan diferentes dispositivos o eye trackers. En un principio se trataba de módulos que se montaban en la cabeza con forma de casco o gafas, pero hoy por hoy se utilizan sensores que se encuentran integrados en los soportes a investigar: ordenador, tablet, smartphone

El hecho de que la mayoría de eye trackers necesiten un soporte informático tanto para llevar a cabo en estudio, como para su posterior análisis, ha hecho que las investigaciones relacionadas con el comportamiento que tenemos delante del ordenador, sean unas de las principales áreas donde se realizan experimentos con eye tracking.

En la actualidad esta técnica de investigación se está utilizando en diferentes ámbitos que tienen que ver en gran parte con las nuevas tecnologías y entornos digitales como el marketing digital, la navegabilidad y la usabilidad web. Además, este tipo de trabajos se han extendido a otros campos como la publicidad, la neurociencia o los hábitos de lectura.

Desde el comienzo de los 2000, las investigaciones mediante eye tracking se han ido extendiendo en el ámbito académico, tratándose de una técnica de gran utilidad para estudiar nuevos formatos para presentar informaciones en la prensa digital (Mosconi, Porta y Ravarelli,2008); para tener un conocimiento más profundo del mundo de los videojuegos (Almeida, Veloso, Roque y Mealha, 2012) o para desarrollar estudios de uso de aplicaciones en tabletas (Holland, Garza, Kurtova, Cruz, y  Komogortsev, 2013).

En nuestro país, gran parte de estas investigaciones se han centrado en el análisis de las imágenes que los diferentes medios utilizan en sus rede sociales (Cárcamo, Marcos, Cladellas y Castelló, 2015).

Existen algunos ejemplos en los que los investigadores se han servido del eye tracking  para realizar estudios relacionados con los contenidos violentos.  Algunos autores como Fernández Prestonit (2016) se han servido de esta tecnología para comprobar cómo se perciben estímulos violentos y su relación con la empatía personal. Otro ejemplo en esta línea es la propuesta de Cheng, Kwon, Kim y Jung (2016), un estudio piloto en el que a través de las evaluaciones con eye tracking se clasifiquen las películas según sus reacciones a contenidos violentos.

Sin duda las investigaciones mediante esta técnica se presentan como una oportunidad inmensa en este campo, porque gracias a ella se puede probar empíricamente que elementos peligrosos atraen al público.

Palabras Clave / eye tracking / jóvenes / nuevas tecnologías / Violencia

Abstract

Keywords / cyber violence / eye tracking / tecnology / violence

FIRMANTES

Nombre Adscripción Procedencia
Mariam González Fernández Universidad Nebrija Madrid