El Consejo Europeo del 19 y 20 de marzo de 2015 reconoció abiertamente “la necesidad de contrarrestar las actuales campañas de desinformación de Rusia” y ordenó un “plan de acción sobre comunicación estratégica” que cristalizaría, el 1 de septiembre de 2015, en la creación del East StratCom Task Force (Equipo de Estrategia de Comunicación para el Este), dependiente del Servicio Europeo de Acción Exterior, uno de los mayores servicios diplomáticos del mundo.

Este hecho ponía en evidencia dos realidades que ya despuntaban en 2015 y que, tres años después, consumada la victoria del Brexit y de Donald Trump, el auge de partidos xenófobos en Europa y la exacerbación de desafíos políticos como el independentismo en Cataluña, nos dan una idea de la magnitud del problema: por un lado, que Rusia llevaba años patrocinando campañas sistemáticas de desinformación para intoxicar la opinión pública y desestabilizar las potencias occidentales; por otro, que urgía invertir importantes cantidades de dinero público para organizar fuerzas de contención que contrarrestaran esa propaganda.

Sin embargo, el desafío no ha parado de crecer hasta convertirse en una amenaza global. La UE ha tenido que reforzar este equipo a comienzos de 2018 con la creación de un grupo específico de 40 expertos de alto nivel presidido por la profesora Madeleine de Cock, de la Universidad de Utrech, cuyo cometido es diseñar un plan estratégico global contra las fake news que deberá estar operativo a finales de 2018.

Por otra parte, en muy poco tiempo hemos normalizado las expresiones post-truth y fake news, y con ellas, un estado de cosas en el que la mentira es el mensaje. Ha quedado probado que, en contextos electorales muy polarizados, la emoción prevalece sobre la fuerza objetiva de los hechos, creando así un terreno propicio para el éxito de las informaciones sesgadas, tendenciosas o directamente falsas.

Pero el simple hecho de haber incorporado un nuevo vocablo a nuestro diccionario no soluciona nada. De hecho, el propio término fake news es problemático, pues agrupa mensajes de naturaleza y contenidos heterogéneos. La polución informativa puede incluir informaciones sesgadas o incompletas sin que necesariamente sean falsas. Además, “noticia falsa” parecer atribuir a dichos menajes cierta naturaleza periodística de la que obviamente carecen.

El presente simposio quiere ser un espacio de encuentro para el intercambio de experiencias de investigación y de aproximaciones teóricas y descriptivas que nos permitan una comprensión más completa de las dimensiones concernidas en el debate público sobre las fake news.

Conscientes de que no podremos agotar un problema tan complejo y actual, el simposio aspira a:

  • Alcanzar una definición comprensiva del concepto de fake news.
  • Comprender cómo actúan sus promotores y cómo funcionan los mecanismos de propagación.
  • Proponer soluciones educativas que minimicen la amenaza de la desinformación para la estabilidad democrática (media literacy).
  • Reflexionar sobre la función del periodismo frente a la propaganda en el contexto de una sociedad líquida.

Ejes Temáticos / Aproximaciones teóricas y descriptivas al concepto de posverdad / ¿De qué hablamos cuando hablamos de noticias falsas? Hacia una definición de fake news / Desinformación, sensacionalismo, infoxicación, propaganda, rumor, sátira / Pros y contras de un sistema público de control de la información / Difusión de noticias falsas en las redes sociales / Periodismo de datos y desinformación / Experiencias educativas y formativas para identificar fake news (media literacy) / Instrumentos de verificación de datos (fact-checking) e iniciativas para combatir la desinformación / Estudios sobre la percepción y la recepción de las fake news / Noticias falsas, imágenes falsas, vídeos falsos / Ámbitos informativos propicios para la proliferación de fake news.

S05

The challenge of disinformation in the era of social networks

The European Council of March 19 and 20, 2015, openly acknowledged “the need to counteract the current disinformation campaigns in Russia” and ordered an “action plan on strategic communication” that was to be finalized by September 1, 2015, with the creation of the East StratCom Task Force (Strategic Communication Team for Eastern Europe), which operates under the European External Action Service, one of the largest diplomatic services in the world.

This development brought to light two realities that had already stood out in 2015, and three years later with the victory of Brexit and Donald Trump, the rise of xenophobic parties in Europe, and the exacerbation of political challenges such as the independence movement in Catalonia, we now have an idea of ​​the magnitude of the problem: on one hand, Russia had been sponsoring systematic disinformation campaigns for years to contaminate public opinion and destabilize Western powers; on the other hand, it was urgent to invest significant amounts of public money in order to organize forces to counteract that propaganda.

However, the problem has become greater until it is now a global threat. The EU had to reinforce this task force at the beginning of 2018 with the creation of a specific group of 40 high-level experts chaired by Professor Madeleine de Cock of the University of Utrech, which has been responsible for the task of designing a global strategic plan to fight against fake news, and the plan is expected to be operational by the end of 2018.

Furthermore, in a very short time the expressions post-truth and fake news have been mainstreamed, and with them a state of affairs in which the lie is the message. It has been proven that in highly polarized electoral contexts emotion prevails over the objective force of events, thus creating a favourable ground for the success of information that is biased, tendentious or simply false.

However, the simple fact of having incorporated a new word into our dictionary does not solve anything. In fact, the term fake news itself is a problem, since it groups together messages of a heterogeneous nature and content. Contaminated information may include biased or incomplete information without necessarily being false. In addition, fake news seems to attribute a certain journalistic aspect to such messages, which they obviously lack.

The present symposium wants to be a meeting place for the exchange of research experiences and theoretical and descriptive approaches that provide us with a more complete understanding of the dimensions involved in the public debate on fake news.

Being aware that we cannot exhaust such a complex and current problem, the symposium aims to do the following:

  • Achieve a comprehensive definition of the concept of fake news.
  • Understand how its promoters act and how proliferation mechanisms work.
  • Propose educational solutions that minimize the threat of disinformation for democratic stability (media literacy)
  • Reflect on the role of journalism in the face of propaganda in the context of a liquid society.

Core topics / Theoretical and descriptive approaches to the post-truth concept / What are we referring to when we talk about fake news? Toward a definition of fake news / Disinformation, sensationalism, infoxication, propaganda, rumour, and satire / Pros and cons of a public information control system / Dissemination of fake news on social networks / Data journalism and disinformation / Educational experiences and training to identify fake news (media literacy) / Data verification instruments (fact-checking) and initiatives to combat disinformation / Studies on the perception and reception of fake news / Fake news, fake images, fake videos / Information environments conducive to the proliferation of fake news.

COORDINACIÓN

José Manuel Pérez Tornero
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Catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la UNESCO (Global Chair on media and Information Literacy and Intercultural Dialogue -UNESCO-UNAOC MILID UNITWIN-. Director del Estudio de Doctorado del Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicación (UAB).

Estudia, investiga y trabaja sobre comunicación y educación, televisión (programas informativos, culturales y educativos), alfabetización mediática y discurso periodístico. Se ocupa especialmente de la relación entre comunicación, educación y ciudadanía, y de las políticas públicas relativas a estos temas. Periodista y director de programas de televisión.

Experto y consultor de la UNESCO y la Unión Europea en materia de servicio público de televisión y de alfabetización digital y mediática. Forma parte como Advisor/Friend International Steering Committee (ISC) de la Global Alliance for Partnership on Media and Information Literacy, promovida por la UNESCO.Es Vicepresidente de Mentor/ Media Literacy Association.

Es miembro del equipo directivo de OI2 Observatorio para la innovación de informativos en la sociedad digital (RTVE-UAB-CEU). Director del grupo de investigación Gabinete de Comunicación y Educación (UAB) y de EduMediaLab, un laboratorio dedicado a investigar sobre innovación en comunicación y educación . Dirige los estudios Perspectivas en Educación y Comunicación, un observatorio de las tendencias en TICs, educación y comunicación.

Ignacio Blanco Alfonso
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Profesor titular de Periodismo en la Universidad CEU San Pablo. Obtuvo el grado de doctor en Periodismo con una tesis sobre los géneros periodísticos en la obra de José Ortega y Gasset (premio extraordinario de doctorado en 2003). Gracias a su tesis se vinculó a la Fundación José Ortega y Gasset como miembro del equipo de investigación y edición de las Obras Completas del filósofo, publicadas en 10 volúmenes entre 2004 y 2010. Sus líneas de investigación están centradas en dos direcciones: obra y pensamiento de José Ortega y Gasset, y los medios de comunicación, especialmente la construcción del mensaje periodístico y la transformación de la comunicación en la era digital. En 2008, fundó el Máster Universitario en Periodismo Cultural, primer posgrado oficial en la universidad española centrado en la enseñanza de los géneros periodísticos especializados en Cultura. El profesor Blanco es director de Doxa Comunicación. Revista interdisciplinar de estudios de comunicación y ciencias sociales. Ha sido profesor visitante de las Universidades de Génova (Italia), del Pacífico (Lima, Perú) y de Cambridge (Reino Unido).

Ha participado en una decena de proyectos de investigación, y actualmente es Investigador Principal del Programa de Actividades sobre Vulnerabilidad Digital (PROVULDIG), financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo.

Tanya Filer
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Tanya is a researcher and head of the Digital Government Program at the Cambridge Institute for Public Policy, University of Cambridge. She is also a Research Associate on the Leverhulme-funded Conspiracy and Democracy Project based at CENTRE FOR RESEARCH IN THE ARTS, SOCIAL SCIENCES AND HUMANITIES (CRASSH). Her principal regional focus is Latin America, and her current work examines contemporary Argentina and recent Argentine political history. Tanya studied for her BA at the University of Cambridge, M.Phil. at the University of Oxford and PhD at UCL. She has been a Frank Knox Memorial Fellow at Harvard University, British Research Council Scholar at the Library of Congress, Collaborative Exchange Scholar at Yale University and, as the recipient of a Leverhulme Trust Study Abroad Studentship, Visiting Scholar at the Universidad de San Andrés, Buenos Aires.

At University of Cambridge, Tanya teaches and supervises on MPhil and BA programmes in the Centre of Latin American Studies, the Department of History and the Department of Modern and Medieval Languages. Tanya is currently engaged in two main projects:

Digital Technologies, Democracy and Political Information
This project chronicles the rise to prominence in contemporary Argentine political thought and policymaking of the people, practices, and ideas surrounding digital technologies and the informational affordances associated with them. Politically engaged technologists, entrepreneurs, hackers, data experts and digital 'creatives', alongside technologically conversant politicians and policymakers, envision contemporary Argentine democracy as on the cusp of a technological transformation that, they argue, will increase access to information, broaden involvement in the public sphere and spur on electoral participation

Public Debate, Conspiracy Theory and Democratic Transition
As this project explores, democratic transition in Argentina did not end public conspiracy theorising but instead pluralised its narratives, forms and partisan and ideological perspectives. Taking a long view of the transition to include its social and cultural dimensions, this work aims to arrive at a better understanding of the causes, forms and effects of conspiracism between 1982 and 2003.